Ante la posibilidad de conocer cómo se mira a sí mismo el niño/a y adolescente en su rol
de trabajador, encontramos una imagen confusa y contradictoria. Su autopercepción como tal está
directamente relacionada con la generación de ingresos, y no solo se limita a aquellos que se dedican
a la realización de actividades domésticas y consideran que sus actividades son una “ayuda” para la reproducción de la unidad familiar, sino que aquellos que realizan actividades deportivas
intensivas tampoco se consideran trabajadores. Excepto aquellos adolescentes trabajadores asalariados, los demás no se consideran a sí mismos trabajadores.
Esto permite inferir que hay una importante brecha entre las prácticas sociales y el imaginario
que los chicos construyen respecto de un concepto tan controvertido como es el de trabajo infantil.
de trabajador, encontramos una imagen confusa y contradictoria. Su autopercepción como tal está
directamente relacionada con la generación de ingresos, y no solo se limita a aquellos que se dedican
a la realización de actividades domésticas y consideran que sus actividades son una “ayuda” para la reproducción de la unidad familiar, sino que aquellos que realizan actividades deportivas
intensivas tampoco se consideran trabajadores. Excepto aquellos adolescentes trabajadores asalariados, los demás no se consideran a sí mismos trabajadores.
Esto permite inferir que hay una importante brecha entre las prácticas sociales y el imaginario
que los chicos construyen respecto de un concepto tan controvertido como es el de trabajo infantil.
FUENTE:
Barómetro de la deuda social de la infancia. "LA INFANCIA ARGENTINA SUJETO
DE DERECHO Progresos, desigualdades y desafíos pendientes en el efectivo
cumplimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes". Serie del
Bicentenario (2010-2016) / Año II. Observatorio de la deuda social Argentina.
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