Edad: de 2 a 3 años
Zona erógena: los esfínteres
Durante la etapa anal, Freud creía que el objetivo principal de la libido se hallaba en lograr el control de los movimientos del intestino y la vejiga. El conflicto importante en esta etapa es el control de esfínteres: el niño tiene que aprender a controlar sus necesidades corporales. El desarrollo de este control conduce a una sensación de logro y la independencia.
Según Freud, el éxito en esta etapa depende de la forma en que los padres se acercan a esfínteres. Los padres que utilizan la alabanza y la recompensa por usar el inodoro en el momento apropiado, fomentan resultados positivos y ayudan a los niños a sentirse capaces y productivos. Freud creía que las experiencias positivas durante esta etapa sientan las bases para que las personas se conviertan en adultos competentes, productivos y creativos.
Sin embargo, no todos los padres proporcionan el apoyo y el estímulo que los niños necesitan durante esta etapa. Algunos padres castigan, ridiculizan o incluso avergüenzan a un niño cuando tiene accidentes.
Para él las respuestas parentales inadecuadas pueden dar lugar a resultados negativos. Si los padres toman un enfoque demasiado indulgente en esta etapa, podría desarrollarse una personalidad anal-expulsiva, que se traduce en una persona adulta desordenada, derrochadora y destructiva. Si los padres son demasiado estrictos o empiezan el control de esfínteres demasiado pronto, se genera una personalidad anal-retentiva, que se traduce en un individuo demasiado rígido, ordenado y obsesivo.
FUENTE:
https://www.psicoactiva.com/blog/etapas-del-desarrollo-psicosexual-freud/
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